28 junio 2014

La adicción al trabajo no supone más rendimiento laboral


Un trabajo realizado por la UNED en 180 emprendedores españoles ha demostrado que aquellas personas que dedican muchas horas al trabajo a la semana no sólo no obtienen mejores resultados, sino que son incluso peores. Y sin embargo, los empresarios apasionados con su trabajo pero que no llegan a obsesionarse con él obtienen resultados más positivos. 

Según informa el Servicio de Información y Noticias Científicas, los datos del estudio –en el que ha participado también la Universidad Erasmo de Rótterdam (Países Bajos)– confirman que la adicción al trabajo puede causar conflictos con la familia, en las relaciones de pareja, empeorar la salud y el bienestar e incrementar los errores laborales.

Los autores de la investigación diferenciaron entre emprendedores adictos al trabajo y emprendedores involucrados con él. La principal diferencia es que los segundos trabajan con pasión, pero no se obsesionan y consiguen desconectar y extraer emociones positivas de su actividad laboral.

Sin embargo, los adictos al trabajo jamás están satisfechos con ningún resultado, no pueden dejar de pensar en su entorno laboral (ni siquiera en su tiempo libre), dedican más horas de las que deberían a su negocio y no sienten emociones positivas con el trabajo bien hecho: al sentir emociones negativas, estas a su vez afectan al crecimiento del negocio y a su posible éxito.

Para los autores del trabajo, el reto es convertir la adicción al trabajo en una pasión positiva. Y ello puede lograrse con un clima laboral agradable, en el que tanto los directivos como los empleados puedan poner en práctica sus competencias y ser creativos sin el miedo a ser sancionados por los errores.

El estudio, publicado en la revista Journal of Managerial Psychology, está disponible en su edición online:

http://www.emeraldinsight.com/journals.htm?articleid=17106511

25 junio 2014

Fútbol y empresa, una relación estrecha



Inmersos en pleno mundial de fútbol, resulta interesante recordar que las relaciones entre este deporte y la gestión empresarial son numerosas: es muy habitual ver a ex futbolistas, entrenadores e incluso árbitros que cuentan su experiencia en foros empresariales, en los que aconsejan sobre gestión del grupo, consecución de objetivos, gestión de tiempo, manejo de crisis o superación de retos, entre otros aspectos. La lista es larga: Emilio Butragueño, José Antonio Camacho, Pierluigi Colina, Andoni Zubizarreta, Diego Simeone, Juande Ramos… 

Quizá el conferenciante más conocido es Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en 1986, que recientemente ha publicado un libro en el que repasa los poderes que, en su opinión debe tener un líder como la credibilidad, la esperanza, la pasión, la humildad, el estilo, la palabra o la curiosidad.

La película The Damned United, dirigida por Tom Hooper en 2009, es otro ejemplo que se muestra en las escuelas de negocios sobre cómo gestionar equipos (y cómo no hacerlo). Basada en un libro de David Peace, narra las peripecias del polémico entrenador Brian Clough, que apenas pudo entrenar durante 44 días al Leeds United, que entonces era el mejor equipo de la liga inglesa. Es un buen ejemplo de una plantilla con potencial que sabotea a su entrenador hasta conseguir que sea despedido por la directiva.

Combinar pasión y resultados 

Un artículo publicado recientemente en Krauthammer incide en la relación entre entrenadores de fútbol y gestión empresarial, con los ejemplos de Mario Zagallo, Frank Beckenbauer y Vicente del Bosque. Los equipos exitosos combinan pasión con resultados, mantener el control, adaptar el mensaje a la situación o vigilar a la competencia.

Un aspecto clave se basa en responsabilizar a los miembros del equipo para que tengan éxito en aquellos papeles en los que sus habilidades conducen a resultados. Además, se evaluará proactivamente el progreso y se estará dispuesto a hacer rápidamente cambios estratégicos, si fueran necesarios.

20 junio 2014

La importancia creciente de Klout



La presencia en redes sociales se valora cada vez más en los procesos de selección de empleo. Y comienzan a proliferar ofertas en las que se exige puntuaciones de Klout superiores a 45 o páginas como Hootsuite, que la integran en el panel de control. Esta herramienta gratuita mide la influencia social en función de las redes en las que uno actúa. Una influencia que queda reflejada en la puntuación, basada en diferentes factores medidos por la aplicación.

Para conocerla basta con crearse un perfil en su web (http://klout.com/), pudiendo conocer la variación diaria de nuestra influencia en redes como Twitter, Facebook, Linkedin, Google+, Instagram, Foursquare, Flickr, Lastfm y Tumblr, además de blogs alojados en Wordpress y Blogger.

Además, la aplicación permite conocer diferentes estadísticas, que pueden ser muy útiles para profesionales que utilizan las redes como comunicadores o profesionales del marketing. De este modo, Klout proporciona a sus usuarios la herramienta que les permite conocer su influencia social y usar esos datos para entender y poder mejorar su alcance en redes sociales.

¿En qué temas somos influyentes?

Como explican sus fundadores Joe Fernández y Binh Tran “los usuarios pueden conocer cuáles son los temas en los que es influyente el usuario y, a la vez, conocer en cuáles destacan otras personas y poder usarlos así de ejemplo. Además, permite acceder a los Perks –premios–, que están basados en la puntuación de cada usuario”.   

La puntuación de Klout, que estriba entre 0 y 100, se basa la influencia del usuario dentro de su red de contactos en las redes. Para establecerla, Klout mide más de 400 señales, obtenidas de las redes sociales en las que interactúa el usuario: número de seguidores en Twitter, retweets y menciones, suscriptores, seguidores y número de seguidores en Facebook, recomendaciones en redes profesionales y contenido de calidad aportado, comentarios en Foursquare, etc.     

Creado hace apenas seis años, Klout –que tiene como lema ‘el estándar de la influencia– almacena en la actualidad más de 500 millones de perfiles de usuarios, 200 terabytes de datos, 1.250.000 perks, 10.000 topics y 15.000 millones de señales diarias. Una herramienta con una importancia cada vez más creciente que merece la pena tener en cuenta.   

07 junio 2014

Coworking: cuando 1+1 suman más que 2


El coworking se impone: esta forma de trabajo colaborativo, que permite a freelances, emprendedores y pymes de distintos sectores compartir el mismo espacio de trabajo, fomenta el impulso a los proyectos personales y a los colectivos. 

Como recuerda Marta G. Navarro, periodista y co-worker, el usuario medio de un coworking es freelance o trabaja en remoto. “Busca un entorno agradable y profesional en el que desempeñar su labor, recibir visitas y celebrar reuniones. Existe la tendencia a confundir el coworking con el trabajo colaborativo e incluso el cooperativismo. Y no, la única implicación formal del coworker con el espacio es la cuota mensual que abona por el uso de las instalaciones. Formalmente sería una implicación similar a la que tenemos con un gimnasio. La diferencia reside en que un coworking se gestiona como una comunidad humana y profesional”. 

Otro aspecto que destaca es que los responsables son, además, facilitadores: ayudan al nuevo coworker a integrarse dándole las claves necesarias y mediante dinámicas internas puntuales como visitas turísticas, almuerzos tematizados... o generando en la distribución espacios de encuentro (office, áreas de descanso, etc). La agenda de un coworking suele incluir eventos profesionales y actividades de networking abiertas al público, que sirven para dar a conocer la actividad del espacio y ampliar la comunidad. 

Para Marta, el beneficio inmediato de trabajar en un coworking reside en tener al alcance de la mano profesionales de distinto perfil, expertos en áreas diversas. “Sin levantarte del puesto obtienes orientación casual e incluso puedes pedir presupuesto en materias como la programación web, la comunicación o la traducción… Tantas como actividades desarrollen el resto de coworkers. En Estados Unidos, donde nace el coworking y hace años que está implantado, los espacios son más o menos caros según lo elevado y especializado que sea el perfil de los usuarios”, recuerda. 

“Las sinergias surgen, inevitablemente, de la propia convivencia. En el seno de workINcompany, espacio coworking pionero en Andalucía donde trabajo, ya ha nacido una empresa de cerveza tradicional, una agencia de comunicación y varias startups tecnológicas, además de un sinfín de colaboraciones. Y es que el trabajar entre autónomos elimina las trabas tradicionales que supondría contratar a un trabajador, además de favorecer una relación basada en el cumplimiento de objetivos y la productividad”, destaca. En su opinión, este nuevo modelo viene a decir que el futuro de las relaciones laborales pasa, entre otras cosas, por la colaboración.

03 junio 2014

Trabajar en la Unión Europea


En España, hasta hace poco tiempo era poco habitual que profesionales buscaran trabajo lejos de su lugar de residencia. Pero la situación actual en este país, que ya arrastra una crisis económica de larga duración, ha empujado a trabajadores y universitarios a buscar oportunidades profesionales fuera de sus fronteras. 
El efecto de sobrecualificación sufrida por licenciados, que tienen una alta preparación, pero que actualmente no tiene salida profesional en España, también es un motivo importante y un aliciente para buscar el reconocimiento profesional no recibido en el país de origen.

En la actualidad, un porcentaje mayoritario de estudiantes estaría dispuesto a trabajar en algún país de la Unión Europea. Los nuevos tiempos ligados a las nuevas tecnologías, permiten que haya una mayor conectividad e interactividad entre los países comunitarios.

Cualquier ciudadano de la Unión Europea (salvo algún caso muy excepcional) tiene derecho a trabajar en cualquier otro país de la Unión Europea, sin necesidad de un permiso de trabajo. Sin embargo, antes de partir a alguno de estos países en busca de empleo, hay que tener en cuenta una seria de normas básicas, a fin de evitar sorpresas de última hora o contratiempos que puedan frustrar nuestro objetivo de trabajar en el extranjero.  

A continuación se detallan algunas de las cosas importantes que se requiere conocer.


Estancia

Es importante tener en cuenta que se dispone de un periodo de tiempo en el que se puede permanecer en otro país de la Unión Europea, mientras se está buscando empleo. Por lo general, el plazo es de seis meses.  

Una vez pasados los primeros seis meses, existe todavía el derecho de poder permanecer en ese país, siempre y cuando se demuestre que se está buscando empleo de forma activa. Es recomendable guardar una copia de las demandas de empleo, las respuestas de las empresas, las citas para las entrevistas, etc.

La opción más habitual en la actualidad, es buscar empleo desde el país origen. Gracias a Internet, existen bolsas de trabajo online y redes profesionales como Marketjob.net, que permiten mantener contactos profesionales y buscar trabajo en el extranjero. Es conveniente poder llegar a algún preacuerdo, antes de partir al país donde ejercer el empleo.


Normativa del país 

En Unión Europea hay una serie de normativas generales, pero hay que tener en cuenta que éstas pueden cambiar en función del país concreto. Por ejemplo, el hecho de ir indocumentado puede conllevar algún tipo de sanción, aunque en ningún caso la expulsión del país. Otro ejemplo puede ser notificar nuestra presencia en un plazo razonable a nuestra llegada, que en algunos países es obligatorio.


Impuestos

En este caso hay que tener en cuenta el tiempo que se lleva viviendo en el país destino de la UE donde se trabaja. Aunque no existen normas fiscales generales para toda la Unión Europea un país pueda considerar que un trabajador comunitario tiene residencia fiscal, cuando pasa más de seis meses residiendo en el mismo. A efectos fiscales, eso significa que puede gravarle el total de sus ingresos mundiales. Éstos incluyen los rendimientos por trabajo o capital, pensiones, prestaciones, rentas de la propiedad, etc.

Otro dato importante es conocer el gravamen del país en el que se va a residir y hacer cálculos para tener en cuenta si con el poder adquisitivo que se va a disponer, se cumple con las expectativas que se tenían. 


Idioma

Algo que se va a valorar mucho en el país de destino elegido para trabajar, es el hecho de conocer alguno de los idiomas habituales del mismo. No obstante, lo que sí se hace imprescindible hoy en día es tener un buen conocimiento de inglés, ya que en muchas empresas las comunicaciones corporativas suelen ser en este idioma (sobre todo en países escandinavos). El dominio del inglés puede permitir "sobrevivir" a nivel profesional durante un tiempo, mientras se lleva a cabo el proceso de integración y conocimiento del idioma del país destino.


Sanidad

Es primordial ser consciente de que los sistemas de seguro médico son muy distintos en cada país de la Unión Europea. Los países de la UE son libres de establecer sus propias normas sobre los derechos a prestaciones y servicios. Es muy probable que un ciudadano no tenga derechos a los mismos tratamientos médicos que podía recibir en su país de origen.

Por este motivo se hace imprescindible conocer el sistema de seguridad del país al que se va a ir a vivir.

Inicialmente, se puede hacer uso de las prestaciones medicas del país destino con la tarjeta europea de la Seguridad Social. Pero ésta tiene un tiempo limitado y una vez caducada será necesario inscribirse en la Seguridad Social del país de residencia. 


Homologación de estudios

En la Unión Europea no existe el reconocimiento automático de los títulos académicos. Las administraciones de los distintos países de la Unión Europea actualmente son los responsables de sus sistema educativos. Por lo tanto, pueden aplicar las normativas educativas que consideren, entre las cuales contemplan o no, el reconocimiento de títulos académicos obtenidos en el extranjero.
Si bien con las recientes leyes educativas se ha pretendido una homologación de títulos universitarios, es posible que una titulación obtenida en el país origen pueda ser reconocida en el país destino, pero con una titulación de menor valor académico.

7 consejos para emprendedores


El emprendedor neoyorquino MJ Gottlieb ha concedido una entrevista a Forbes en la que resume en siete puntos los consejos que cualquier emprendedor debe seguir. En su opinión, la clave del éxito se basa en un balance entre tener firmeza y dulzura o, como él las denomina, la piel dura y el corazón tierno.


1 Pon por escrito las acciones que has estado evitando y hazlas

La planificación semanal y mensual es imprescindible, el empresario recomienda copiar aparte esos compromisos que se van dejando y, al menos, abordar uno cada día.


2 Ten el coraje para hacer ‘esa’ llamada

Es imprescindible tener valor, llamar a personas de relevancia y presentarnos. Y aceptar que, de vez en cuando, la puerta se puede cerrar de forma abrupta.


3 Aborda lo que parezca inabordable

Acércate a hablar a cualquier persona con la que tengas que hablar y de la que te puedas beneficiar (y ella de ti): haz lo que tengas que hacer y dile lo que tengas que decir. Si la persona dice no, date la vuelta con dignidad.


4 Crea conexiones reales y auténticas

Gottlieb recomienda ayudar a algún colaborador que no aprecies especialmente y no aceptar ningún crédito por ello porque, como indica, sólo se tratará de un regalo real si no esperas nada a cambio.


5 Conoce tres personas nuevas al día

La mejor manera de que la piel se ‘endurezca’ según el emprendedor es conocer a tres personas aleatoriamente a diario: ayudar a tener el coraje para abordar a cualquiera sin ponerse nervioso o sin que se te trabe la lengua. Y te permite pensar más rápido. Además, cuanta más gente conoces, más oportunidades de que conozcas a alguien con el que puedas crear nuevas oportunidades.


6 Enmienda errores

Piensa en gente con la que te has equivocado y ten la humildad de ponerte en contacto con ellos y ofrecerles una disculpa sincera.


7 Haz algo que no te resulte cómodo

En las seis acciones anteriores hay un patrón que se repite: hacer algo que no resulta cómodo. Para el emprendedor, el crecimiento comienza en el momento en el que sales fuera de tu zona de confort. Por lo que su consejo final es poner por escrito algo que hayas estado postergando y trabajar para que se haga realidad. Incluso puede que pierdas el miedo a hacer lo que no te resulte cómodo e, incluso, te lo plantees como un reto.