Un artículo publicado en la revista Psychological
Science y del que se ha hecho eco The Atlantic describe la
influencia de las horas del día para los comportamientos éticos. La
investigación, liderada por Maryam Kouchaki (Centro de estudio de la ética
Edmond J. Safra de la Universidad de Harvard) e Isaac H. Smith (Departamento de
gestión, Universidad de Utah) analizaron en cuatro experimentos si mentimos más
por la mañana o por la tarde: tanto los alumnos de bachillerato como una
muestra de población estadounidense se comporta de manera más ética (sin mentir
ni copiar en exámenes) por la mañana.
Este “efecto de moralidad matinal”,
denominado así por los autores del trabajo, estaba mediado por la disminución
de la conciencia moral y el autocontrol de la tarde. Por otra parte, el efecto
de la hora del día en el comportamiento poco ético era más fuerte en las
personas con una menor propensión a desvincularse desde el punto de la vista de
la moral. Estos resultados, para los investigadores, ponen de relieve que un
factor tan simple como generalizado como la hora del día tiene importantes
implicaciones para el comportamiento moral.
Tomando esta investigación como punto
de partida, otro grupo de investigadores se preguntó si el efecto moral de la
mañana puede pasar por alto un elemento ya descrito de la investigación del
sueño: que la gente tenga cronotipos específicos. Es decir, que están
predispuestos a la sensación de alerta en diferentes momentos del día porque el
efecto moral de la mañana, como observaron, no tiene en cuenta la parte de la
población –de aproximadamente el 40 por ciento– cuya vitalidad florece según van
pasando las horas del día. Estos científicos han realizado un estudio en este
sentido, que será publicado también en Psychological Science, y que
demuestra que una persona nocturna es aproximadamente tres veces más propensa a
comportarse de forma poco ética por la mañana que una persona de hábitos
mañaneros.
“Un aspecto importante de esta
investigación no es que la gente mañanera tenga más moral, en realidad es la
combinación lo que es más importante: la gente a la que le gusta más la mañana es
más ética por la mañana, pero la gente a la que le gusta más la noche son más
éticos por la noche”, ha explicado Sunita Sah, co-autora del estudio y profesora
asistente de ética empresarial en la Universidad de Georgetown, en Washington.
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