28 septiembre 2014

Los jefes humildes mejoran la gestión de las empresas



Un nuevo estudio de la Escuela WP Carey de Negocios de la Universidad Estatal de Arizona muestra que los CEOs humildes benefician de manera significativa tanto a las empresas para las que trabajan como a su gestión, probablemente más de los jefes soberbios que actúan con estereotipos machistas y que son líderes arrogantes a los que no les importa la opinión de nadie más. El trabajo, publicado en Administrative Science Quarterly ha contado además con la participación de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur, de la Universidad George Washington y de la Universidad Renmin de China.

Los CEOs que son humildes están más abiertos a la toma de decisiones conjuntas y a potenciar a los demás, ha explicado Angelo Kinicki, profesor en la WP Carey School of Business y uno de los autores del estudio. “Su comportamiento afecta positivamente tanto a los directivos superiores y como a los mandos intermedios, que presentan un mayor compromiso con la empresa y con el trabajo, más satisfacción laboral y mejor desempeño de sus funciones. Vemos un efecto de gota a gota que parece influir en la empresa en general”, ha descrito.

Los investigadores entrevistaron a los directores ejecutivos de 63 empresas privadas en China, y también crearon y distribuyeron encuestas en las que se medía la humildad y sus efectos en cerca de 1.000 gestores de grado superior y nivel medio que trabajan con estos directores generales entrevistados. Los autores del trabajo eligieron específicamente China porque necesitaban un contexto en el que los CEOs mostraran una amplia variedad de niveles de humildad. Sin embargo, creen que los hallazgos generalizar a muchas empresas en los Estados Unidos y otras partes del mundo.

“Nuestro estudio sugiere la ‘fórmula secreta’ para crear gerentes que sean estupendos y humildes”, ha explicado Kinicki: “tienen que estar muy dispuestos a buscar información acerca de sí mismos, tienen que ser más empáticos y buscar los puntos fuertes y débiles de otros y tienen que estar más centrados en el bien común y en el bienestar de los demás por encima del propio”.

Para Kinicki,  el comportamiento del líder normalmente cae en cascada hacia abajo por la estructura de la organización, por lo que si la cúpula de la organización se caracteriza por su humildad, los efectos se harán notar en casi todos los trabajadores de la empresa. 


¿Cómo aprender a vender?


Francisco Bonora y José Luis Lozano son los autores del libro Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? (FC Editorial), centrado en cómo tratar a los clientes, la forma que se vaya satisfecho y, lo que es más importante, vuelva.


En su opinión, el lenguaje corporal y las técnicas de persuasión son dos de las bases que deben asentarse. Con indican, “todo es fácil si se aprende, y en este caso no es complejo de aprender, pues el lenguaje corporal tiene mucho de sentido común. Lo importante es ponerse en situación de conectar emocionalmente con la persona y dejarse llevar, actuando con naturalidad y observando sus reacciones. Y es aquí donde está la clave, en observar, miramos mucho pero observamos poco, y si tenemos en cuenta que según estudios el 65% es la comunicación no verbal, saquemos conclusiones”

“En cuanto a la persuasión, más de lo mismo. Una vez conectamos con alguien será fácil que acepte nuestros planteamientos y para ello hay que desarrollar una especial empatía. Y nosotros no lo llamaríamos persuasión, sino convencimiento: la persona persuadida de hacer algo puede que lo haga pero no se sentirá plenamente cómoda con ello; la persona convencida, convencida tal vez con nuestra ayuda y nuestra comunicación, actuará con entusiasmo. La moderna técnica del coaching va en esa dirección. 

Malos hábitos a evitar 

Uno de los obstáculos son los “bastantes” hábitos arraigados en la actividad comercial y que, por tanto, deben evitarse a toda costa. “Por eso cuesta vender y por eso, en ocasiones, la figura del vendedor está subestimada. Este es uno de los motivos por los que hemos abordado nuestro libro Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?, cuyo título ya da pistas de las ineficacias habituales”.

El primero es la falta de profesionalidad, y entre los hábitos a mejorar destacan no prepararse para la actividad  comercial y para cada entrevista de ventas y, especialmente, no preguntar ni observar y, sin embargo, hablar, hablar, hablar… “En nuestro libro incidimos en todos estos detalles, y en otras habilidades”, recalcan. 

En su opinión, en general, gerentes y comerciales no prestan atención a la comunicación total con el potencial comprador. “En unos casos, por rutina y falta de preparación profesional; se piensa erróneamente que vender lo sabe cualquiera, por lo que se lanzan a la actividad comercial sin practicar técnicas lógicas y probadas, como es la comunicación total. En otros casos es la inmediatez, el querer vender “ya”, lo que hace al vendedor lanzarse a explicar su producto, y a forzar colocarlo, sin conocer el estado emocional del cliente, sus necesidades y sus condicionantes. Así, el fracaso está asegurado y la frustración también. Afortunadamente, para todo ello hay remedios. Nosotros, para ello, ofrecemos el libro a quien necesite mejorar sus habilidades y disfrutar –sí, disfrutar- de la profesión de vender”, explican. 

Comprender la base de la comunicación 

Bonora y Lozano reconocen que esta comunicación es un proceso “complejo”, como todo lo relacionado con la psicología humana. “Ello no quiere decir que pueda aprenderse y perfeccionarse, y a ello dedicamos buena parte del libro. La clave, a nuestro juicio, es comprender el ciclo base de la comunicación, en el que un emisor tiene una idea, la codifica en la forma que cree oportuna y la emite por el canal que cree oportuno a un receptor que recibirá, total o parcialmente, el mensaje, lo decodificará según su criterio y emitirá señales de respuesta que el emisor captará, o no. En todos estos momentos del ciclo hay posibilidades de acertar o de errar, siendo el emisor el protagonista del éxito en forma de comunicación total”. 

Superar la procrastinación 

Tras el éxito de su libro, están preparando un segundo. Como indican, es un proyecto editorial que les hace gran ilusión, como es desarrollar buenos hábitos para no posponer las acciones que debamos. “Es una ineficacia que hemos detectado: dejamos “para mañana” acciones que son para hoy y, por impulsos, miedos, falta de recursos, falta de capacidad decisoria u otras causas, abordamos temas banales u otros que siendo importantes no son para ahora. Confiamos tratar los porqués de la postergación, llamada técnicamente procrastinación, y las herramientas para superar esta circunstancia. Y esperamos presentar nuestra nueva obra el la próxima Feria del Libro de Madrid”, concluyen.






13 septiembre 2014

Cinco tendencias del mercado laboral estadounidense


Un artículo publicado en la sección de economía de CNN destaca cinco tendencias que, más allá de las cifras del paro, pueden pasar desapercibidas.

La primera es que, en la actualidad, hay 139 millones de personas en nómina en EEUU, la cifra mayor jamás registrada en la historia. El motivo es el aumento de la población, aunque 9 millones de personas siguen en el paro. 

El segundo dato clave es que un tercio de los trabajadores son autónomos, más de 50 millones de personas: en 2006, el informe de la Oficina Gubernamental de Estadística indicaba que el porcentaje era del 31%, que ha pasado a un 34%, según apunta una encuesta del Freelancers Union. Otro estudio, realizado por Intuit, calcula que se pasará del 40% en 2020 dada la tendencia de los trabajadores por debajo de 35 años a hacerse autónomos.


La tercera cifra es preocupante: alrededor de cinco millones entre 16-24 años son ‘ninis’: uno de cada siete jóvenes ni estudia ni trabaja, indicó el año pasado el informe del Consejo de Investigación de Ciencia Social. En algunos barrios, el tanto por ciento se eleva al 30%, con correlaciones raciales, especialmente en jóvenes afroamericanos y latinos. Sin embargo, la cifra de jóvenes parados de estas edades es del 13,6%, la más baja desde que comenzó la recesión, tal y como detalla la Oficina de Estadísticas Laborales. 

El penúltimo dato también llama la atención, ya que las mujeres continúan ganando menos dinero que los hombres –sólo el 82%– pese a que realizan los mismos trabajos. Un informe, realizado por el Instituto de Investigación de Políticas de la Mujer, recalca que las féminas a tiempo completo ganan menos dinero que los hombres en 101 de los 112 trabajos estudiados. Las diferencias de sueldo son aún mayores en muchos de los empleos mejor pagados como directores financieros, desarrolladores de software y consejeros delegados.

Finalmente, la última tendencia a tener en cuenta es que unos 10.000 baby-boomers –generación nacida en torno a 1945– se jubilan a diario, lo que podría propiciar unos 30 millones de vacantes en 2020. Además, estos pensionistas requerirán de atención médica, por lo que surgirán nuevas oportunidades para médicos, enfermeras, cuidadores y demás personal sociosanitario.

¿Qué países tendrán más paro en 2015?


Un informe de la Organización Internacional del Trabajo, recientemente aparecido, analiza el presente y el futuro del desempleo en el mundo. La previsión es que el año que viene Mauritania sea el país con más paro del mundo, con un 30,6% de su población sin empleo, seguido de la antigua república yugoslava de Macedonia y la isla de Reunión, con un 29,8% y un 29,3% respectivamente. En cuarto lugar se sitúa Lesotho, con un 28,6% y, con medio punto menos, Bosnia Herzegovina. A continuación se sitúan España y Grecia con un 27% y, a más distancia, Sudáfrica con un 25,1%, la isla de Guadalupe con un 24,5% y Swazilandia, con un 23,5%.
 

En el otro extremo, los países que registran menos de un 1% de paro son Camboya (0,4%), Catar y Ruanda (ambos con 0,6%) y Tailandia, con un 0,9%.

Los expertos del organismo recalcan que tanto en las economías de los países desarrollados como en la Unión Europea, las condiciones del mercado de trabajo no han mostrado signos de mejora en 2013. En los países del centro y sudeste de Europa –que no son miembros de la UE– y antiguas repúblicas ex-soviéticas la caída en el número de puestos de trabajo registrados desde que empezó la crisis en 2009 se revirtió en 2013.


 

Oportunidades en América Latina y Caribe

En otras regiones, como Latinoamérica y Caribe, se siguió creando empleo, a diferencia del este de Asia, donde las cifras fueron mucho menores. En el sudeste asiático y en Oceanía, el aumento fue del 1,6% en 2013 y se esperan mayores crecimientos en los próximos años. En el sur de Asia los mercados laborales siguen copados por empleos agrícolas y de economía sumergida, con trabajos mal pagados y sin protección.

En Oriente Próximo y norte de África el crecimiento económico fue insuficiente para generar un número suficiente de empleos y las tasas de paro continúan siendo de las más altas del mundo. Por último, en África subsahariana, los empleos pagados continúan siendo muy pocos, con una tasa de empleo inestable del 77,4% en 2013, la más alta del mundo.


Una mayor flexibilidad laboral reduce el estrés



Un estudio reciente, publicado el pasado mes de marzo en The American Sociological Review y del que se ha hecho eco el New York Times, ha tratado de explicar si el estrés de los conflictos de la vida laboral pueden ser aliviados si los empleados tienen más control sobre sus horarios, incluyendo la posibilidad de trabajar desde casa. Como es esperable, la respuesta es que sí.

En el estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud y el Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, participó el departamento de tecnología de la información de una gran multinacional. Los investigadores incluyeron a psicólogos, fisiólogos, economistas y académicos expertos en salud pública.

Como parte de la investigación, los jefes de departamento recibieron formación para animarles a que mostraran apoyo a las vidas familiares y personales de los empleados, señaló Erin Kelly, profesora de sociología en la Universidad de Minnesota y una de las autoras principales del estudio. A continuación, a los empleados se les dio mucho más control sobre sus horarios del que tenían con anterioridad. Ellos “eran libres de trabajar dónde y cuando prefirieran, siempre que el trabajo se hiciera”, detalló.

Los resultados fueron que los empleados casi duplicaron la cantidad de tiempo que trabajaban en casa, alcanzando un promedio de 19,6 horas frente a las 10,2 horas de inicio. El total de horas de trabajo se mantuvieron más o menos al mismo nivel. Para la profesora Kelly, el hecho de centrarse en los resultados más que el tiempo pasado en la oficina y la reducción en el número de reuniones “de poco valor” y otras tareas, ayudó a los empleados a lograr una mayor flexibilidad.

En comparación con otro grupo que no tenía la misma flexibilidad, los empleados entrevistados por los investigadores indicaron que se sentían más felices y estaban menos estresados​​, tenían más energía y utilizaban su tiempo de manera más eficaz, añadió Kelly. No se registró ninguna señal de que la calidad del trabajo mejorara o empeorara con los horarios cambiados, concluyó.