Un estudio publicado en Frontiers in Human
Neurosciencepor investigadores de las universidades de AmsterdamVU (Países
Bajos), Leeds y Dundee (Reino Unido) recalca que la apariencia física es el
aspecto de mayor peso a la hora de elegir a un responsable de una empresa o a
un candidato político. Pese a que es una de las características menos buscadas,
la apariencia es determinante frente a otras cualidades, como la inteligencia.
El trabajo, publicado el pasado
cinco de noviembre, entrevistó a 148 voluntarios, a los que se les solicitó que
imaginaran ser el dueño de una empresa que debía elegir a su nuevo consejero
delegado. El candidato elegido debía tener diferentes características: una
mayor agresividad frente a la competencia, capacidad de negociación, lograr
aperturas de nuevos mercados o supervisar la explotación de energías no
renovables.
A los participantes en el estudio
se les enseñaba la cara de dos candidatos masculinos a elegir, con la
peculiaridad de que las imágenes eran siempre de la misma persona pero, al
haber sido retocados digitalmente, parecían diferentes: al cambiar la
estructura de la cara, parecían más o menos inteligentes o sanos.
De esta manera, el 69% eligió las
caras con apariencia más saludable frente a aquellos con una mirada más
inteligente. Únicamente en los casos en los que se buscaban perfiles para los
que se precisaba de diplomacia y de nuevas ideas –como renegociación entre
compañías o apertura de nuevos mercados– se optó con caras con una apariencia
más inteligente.
Para Brian Spisak, investigador
del Departamento de Gestión y Organización de la Universidad Amsterdam VU y
primer firmante del trabajo, los resultados obtenidos permiten indicar que el
buen aspecto es un aspecto fundamental a la hora de elegir a un líder, mientras
que la inteligencia se reserva a situaciones más específicas.