25 junio 2014

Fútbol y empresa, una relación estrecha



Inmersos en pleno mundial de fútbol, resulta interesante recordar que las relaciones entre este deporte y la gestión empresarial son numerosas: es muy habitual ver a ex futbolistas, entrenadores e incluso árbitros que cuentan su experiencia en foros empresariales, en los que aconsejan sobre gestión del grupo, consecución de objetivos, gestión de tiempo, manejo de crisis o superación de retos, entre otros aspectos. La lista es larga: Emilio Butragueño, José Antonio Camacho, Pierluigi Colina, Andoni Zubizarreta, Diego Simeone, Juande Ramos… 

Quizá el conferenciante más conocido es Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en 1986, que recientemente ha publicado un libro en el que repasa los poderes que, en su opinión debe tener un líder como la credibilidad, la esperanza, la pasión, la humildad, el estilo, la palabra o la curiosidad.

La película The Damned United, dirigida por Tom Hooper en 2009, es otro ejemplo que se muestra en las escuelas de negocios sobre cómo gestionar equipos (y cómo no hacerlo). Basada en un libro de David Peace, narra las peripecias del polémico entrenador Brian Clough, que apenas pudo entrenar durante 44 días al Leeds United, que entonces era el mejor equipo de la liga inglesa. Es un buen ejemplo de una plantilla con potencial que sabotea a su entrenador hasta conseguir que sea despedido por la directiva.

Combinar pasión y resultados 

Un artículo publicado recientemente en Krauthammer incide en la relación entre entrenadores de fútbol y gestión empresarial, con los ejemplos de Mario Zagallo, Frank Beckenbauer y Vicente del Bosque. Los equipos exitosos combinan pasión con resultados, mantener el control, adaptar el mensaje a la situación o vigilar a la competencia.

Un aspecto clave se basa en responsabilizar a los miembros del equipo para que tengan éxito en aquellos papeles en los que sus habilidades conducen a resultados. Además, se evaluará proactivamente el progreso y se estará dispuesto a hacer rápidamente cambios estratégicos, si fueran necesarios.

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