Un
trabajo realizado por la UNED en 180 emprendedores españoles ha demostrado que
aquellas personas que dedican muchas horas al trabajo a la semana no sólo no
obtienen mejores resultados, sino que son incluso peores. Y sin embargo, los
empresarios apasionados con su trabajo pero que no llegan a obsesionarse con él
obtienen resultados más positivos.
Según
informa el Servicio de Información y Noticias Científicas, los datos del
estudio –en el que ha participado también la Universidad Erasmo de Rótterdam
(Países Bajos)– confirman que la adicción al trabajo puede causar conflictos
con la familia, en las relaciones de pareja, empeorar la salud y el bienestar e
incrementar los errores laborales.
Los autores de la investigación diferenciaron entre emprendedores adictos al trabajo y emprendedores involucrados con él. La principal diferencia es que los segundos trabajan con pasión, pero no se obsesionan y consiguen desconectar y extraer emociones positivas de su actividad laboral.
Sin embargo, los adictos al trabajo jamás están satisfechos con ningún resultado, no pueden dejar de pensar en su entorno laboral (ni siquiera en su tiempo libre), dedican más horas de las que deberían a su negocio y no sienten emociones positivas con el trabajo bien hecho: al sentir emociones negativas, estas a su vez afectan al crecimiento del negocio y a su posible éxito.
Para los autores del trabajo, el reto es convertir la adicción al trabajo en una pasión positiva. Y ello puede lograrse con un clima laboral agradable, en el que tanto los directivos como los empleados puedan poner en práctica sus competencias y ser creativos sin el miedo a ser sancionados por los errores.
El estudio, publicado en la revista Journal of Managerial Psychology, está disponible en su edición online:
http://www.emeraldinsight.com/journals.htm?articleid=17106511
Los autores de la investigación diferenciaron entre emprendedores adictos al trabajo y emprendedores involucrados con él. La principal diferencia es que los segundos trabajan con pasión, pero no se obsesionan y consiguen desconectar y extraer emociones positivas de su actividad laboral.
Sin embargo, los adictos al trabajo jamás están satisfechos con ningún resultado, no pueden dejar de pensar en su entorno laboral (ni siquiera en su tiempo libre), dedican más horas de las que deberían a su negocio y no sienten emociones positivas con el trabajo bien hecho: al sentir emociones negativas, estas a su vez afectan al crecimiento del negocio y a su posible éxito.
Para los autores del trabajo, el reto es convertir la adicción al trabajo en una pasión positiva. Y ello puede lograrse con un clima laboral agradable, en el que tanto los directivos como los empleados puedan poner en práctica sus competencias y ser creativos sin el miedo a ser sancionados por los errores.
El estudio, publicado en la revista Journal of Managerial Psychology, está disponible en su edición online:
http://www.emeraldinsight.com/journals.htm?articleid=17106511
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